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  • TRAGA MALUCA

    Por Andrea Kratzer Bogotá es mi traga maluca, mi tusa eterna, mi relación tóxica, mi amor platónico, la que adoro y me ignora, la que amo y no me corresponde. Mi obsesión por no dejar que se me olvide casi nada de lo que veo día tras día en esta ciudad, queda en estas páginas, atiborradas, como Transmilenio en hora pico, de instantes bogotanos que empecé a juntar sin imaginarme que algún día podría agruparlos en categorías arbitrarias y convertirlos en un libro. Estas fotos, hechas con cámaras digitales y celulares siempre obsoletos, forman parte de la colección de imágenes que he capturado desde hace muchos años en la ciudad donde nací. Traga maluca es un fotolibro editado por La Cimbra —comunidad de autorxs dedicados a la gestión, producción y autofinanciamiento de proyectos creativos—, que se publicó de manera independiente en noviembre de 2022 como resultado del registro fotográfico de imágenes de Bogotá llevado a cabo durante más de 10 años por parte de Andrea Kratzer, empeñada en conservar en fotos casi todo lo que puede de lo que se encuentra al salir a la calle. Después de depurar y clasificar tan extenso archivo fotográfico digital, el proyecto, que comenzó a editarse a finales de 2021, surgió como resultado tangible de la intención de compartir y socializar esta colección de imágenes no convencionales de la ciudad. *Agradezco a quienes me envían fotos que tomaron porque se acuerdan de las mías, o me comparten alguna que se encontraron en Internet porque les recuerdan las que he publicado en mis redes sociales. El libro está dedicado a todas las personas que pacientemente han tenido que parar, mirar atrás y devolverse a ver por qué las dejé hablando solas en la mitad de la calle.

  • LAS PRIMERAS HISTORIAS DE LA FOTOGRAFIA EN COLOMBIA: EL TALLER “LA HUELLA”

    Por Pilar Suescún Hoy presentaremos dos publicaciones fundamentales para la historia de la fotografía en Colombia que fueron resultado del esfuerzo del taller la Huella de Bogotá. FOTOGRAFÍA COLOMBIANA CONTEMPORÁNEA En 1978 Marcos Roda y Roberto Rubiano, integrantes del taller La Huella, publicaron este texto fundamental para la historia de la fotografía de nuestro país. En este libro de tipo compilatorio, se reunió lo mejor de la fotografía nacional, incluyendo nombres como Sergio Trujillo Dávila, Carlos Caicedo, Gertján Bartelsman, Nereo, Fernell Franco, Hernán Díaz, Viki Ospina y Jorge Múnera, entre otros. En el breve texto introductorio los autores señalaban: “es un primer intento de mostrar a qué punto el trabajo de fotógrafos nacionales han comenzado a elaborar una visión propia, fundamentada más en sus propios errores y búsquedas, que en las falsas vanguardias que se promueven por medio de las revistas extranjeras especializadas”. Vale la pena destacar que el texto incluye un apéndice al final titulado “mínimo archivo de la fotografía” que contiene la famosa imagen del Barón de Gros de la calle del observatorio, algunos retratos de estudio, una foto de Julio Racines con el grabado correspondiente que sería publicado en el Papel Periódico Ilustrado y una fotografía de familia, señalando allí un contexto histórico desconocido hasta el momento. El año siguiente publicaron una segunda edición con el editor Carlos Valencia. CRÓNICA DE LA FOTOGRAFÍA EN COLOMBIA 1841- 1948 En 1983 el taller La Huella publicó esta importante investigación, para la cuál a Marcos Roda y Roberto Rubiano, se sumó Juan Carlos Rubiano como parte del equipo investigativo. El trabajo se vio eclipsado por la monumental publicación de Eduardo Serrano apoyada por el Museo de Arte Moderno de Bogotá que se tituló “Historia de la fotografía en Colombia” y que acompañó la exposición del mismo nombre. En el boletín cultural y biográfico del Banco de la República Volumen 21, número 1 de 1984 se reseñan los dos libros y se dice al respecto “Pocos meses después de aparecida esta crónica, el Museo de Arte Moderno de Bogotá publicó un trabajo más aparatoso, mejor respaldado institucionalmente, con más fotografías, pero este libro de la Huella puede reivindicar el derecho de haber sido el primero y de ser el más coherente y serio de cuantos se han realizado en el país”. El texto reseña la forma como la prensa cubrió los primeros experimentos fotográficos en el país, presenta al pintor Luís García Hevía como el primer fotógrafo colombiano, introduce a las prácticas del retrato y el documentalismo, señala a Melitón Rodríguez como el fotógrafo de su tiempo, reflexiona sobre el uso aficionado y la popularización de la fotografía, además de referirse a la fotografía republicana y a la gráfica de prensa. EL libro también incluye fotografías del barón de Gross, García Hevia, Julio Racines, Demetrio Paredes, Melitón Rodríguez, J.N.Gómez, Benjamin de la Calle y Lunga entre otros. Las publicaciones del taller La Huella son de gran valor para la historia de la fotografía colombiana, pues dan luz a los pioneros del campo en nuestro país, así como a sus sentires e intereses. Las imágenes contenidas en ambos textos, hacen parte de nuestra memoria nacional, pero también hacen parte de la historia de la fotografía misma, por lo que vale la rescatarlos del olvido y darles el lugar que merecen.

  • Tangible ∞ Intangible*: Procesos de vida

    Por Fernando Cruz Florez Texto no curatorial sobre la exposición en Connecta calle 26. Edificio securitas costado Norte. Local 06 Gold 12 del Cam. Curaduría Juan Morales. Abierta de Lunes a Viernes de 11 a 6 pm. * Esta exposición entrelaza procesos realizados entre 1985 y el 2023. Se ha asumido con muchos riesgos en un espacio no tradicional y con pocos recursos económicos Diálogos. Luz, naturaleza, ciudad y humanidad. En mi infancia conocí y recorrí los humedales del occidente, allí había grandes lagunas donde habitaba una fauna muy diversa, su hábitat abarcaba los cerros occidentales y orientales, los cuales forman parte del ecosistema que se comunica con los páramos y los ríos Teusacá, Vicacha, Fucha, Tunjuelito y Bogotá. Tomado del instagram de Fernando Cruz Los páramos, los humedales y los ríos abrazan la ciudad, la contienen amorosamente, son la fuente de agua, aire y alimento de los habitantes de la ciudad, donde la parte rural y las reservas naturales son un todo que se afectan recíprocamente. Sur Oriente y Coque Hay imágenes que hice en los años 80 que dejan ver el desplazamiento de los campesinos a las ciudades, ellos llegan a habitar el sur oriente donde trabajan en los chircales, ladrilleras artesanales; con las piedras del lugar construyen los hornos y allí, sin tener la intención, hacen estás grandes esculturas donde cocinan los ladrillos. Estos lugares forman parte del patrimonio inmueble de Bogotá y cuentan la historia de la urbanización de la ciudad. Los hornos de Coque En medio de la naturaleza, en los límites de Cundinamarca y Boyacá están los hornos de coque, material que se usa para la generación de energía, los habitantes de esos lugares trabajan en las minas y en los hornos desde jóvenes. Los hornos afectan el paisaje, la economía y la ecología de la zona. Los frottages Sobre los frottages de los pisos de ladrillo vemos los fantasmas del humedal que secaron para construir el centro comercial unilago el cual lleva años hundiéndose lentamente. Bajo los ladrillos de unilago está oculto el parque Lago Gaitán, fue un sitio maravilloso en los años 50 el cual hoy sería un importante bien de interés cultural, el afán del “desarrollo” los llevó a desecar los humedales, para construir edificios, conjuntos residenciales y avenidas como la 68, la Boyacá y la autopista las cuales rompieron el corredor que habitaba la fauna y la flora entre los cerros orientales y occidentales. Las telas Las telas flotantes, que mueve el viento que cruza el espacio, muestran las panorámicas de la ciudad capturadas desde los cuatro puntos cardinales. En otras telas intervenidas (con taninos de hojas, cianotipo y con el frotage de las huellas de los ladrillos) podemos ver imágenes del Lago Gaitan, fantasmas de la ciudad, en conjunto con las formas que dejan las transferencias de los taninos, la clorofila, los pigmentos de las hojas y de las flores, las cuales revelan el aura de la naturaleza y el paisaje del gran ecosistema de la sabana de Bogotá afectado por la contaminación que produce la minería a cielo abierto, la fumigación de los cultivos y el caos del tránsito vehicular. Polvo eres El frottage del piso de ladrillos del Claustro San Agustín de Tunja. Los ladrillos de las iglesias coloniales ocultan siglos de historia ancestral de las culturas indígenas, sus lugares sagrados fueron destruidos por la barbarie de la colonización construyendo iglesias sobre ellos. En Bogotá en los tiempos de la colonia se derribaron los nogales, árboles sagrados para los indígenas y deforestaron los cerros orientales para construir sus casas y cocinar. La barbarie quedó en nuestra sangre y los criollos la continuaron canalizando los ríos, secando las lagunas y los humedales. La obra "polvo eres" fue hecha con ladrillos sin cocinar en la entrada del Museo de Bogotá, estos se deshacian con la lluvia y con el sol se secaban, adaptándose y transformándose en el tiempo. Es una alusión a una ciudad y a un país con cimientos morales, políticos y económicos inestables que están construidos con una mezcla de doble economía, doble moral y mucha corrupción. Hoy en día vivimos en una gran contradicción, por una parte se habla de la conservación del tesoro que es la selva amazónica para la humanidad y por el otro se deforesta con la ganadería, la minería y los laboratorios de cocaína. La cámara oscura y las fotos panorámicas de la ciudad. Este lugar es un maravilloso aparato, una gran cámara oscura que nos deja ver cómo la luz viaja miles de años luz transmitiendo imágenes, aquí se une lo exterior con lo interior, proyectando las imágenes cercanas de los edificios de Connecta, que dialogan con las fotos panorámicas de la ciudad, las cuales hice desde los cuatro puntos cardinales. En un día se puede observar la rotación de la tierra alrededor del sol, dentro de la cámara oscura hay una superficie que recibe y refleja las imágenes que trae la luz. Mirando hacia el sur oriente vemos como la luz nace sobre las montañas de la ciudad, luego tiene su máximo esplendor en el cenit y se oculta en el sur occidente. Luna nueva. Equinoccio. Marzo Abril 2023

  • HILANDO Y ATANDO FRAGMENTOS DE MI MEMORIA FOTOGRÁFICA - Entrega 2*

    Por María Esther Galvis *Sobre la charla en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en agosto de 2015. Se presentará el escrito en 3 entregas. ¿QUIÉN ES UN FOTÓGRAFO PROFESIONAL? Durante muchos años en mi ejercicio docente no llegué a preguntarme si yo era una fotógrafa profesional en un país en el cual apenas se dictaban algunos cursos en muy pocas universidades que tenían facultades de arte, de comunicación o en escuelas de artes y oficios que empezaban a aparecer en Bogotá y en otras ciudades del país. Fotógrafo profesional significaba, en aquellos tiempos, haber estudiado en el exterior y particularmente dedicarse a la reportería gráfica en los periódicos del país, o trabajar en una agencia de publicidad, o en forma independiente. Era el trabajo de unos pocos. En la academia nos dedicábamos inicialmente a enseñar a los estudiantes a manejar una técnica aplicada al campo gráfico publicitario, pero sin la intención de graduarlos como fotógrafos. Por fortuna la docencia es hija del conocimiento y de la investigación y poco a poco se fue haciendo necesario adentrase en el mundo de la reflexión sobre la imagen fotográfica e ir desarrollando procesos investigativos más allá de lo poquísimo que se conocía sobre la historia de la fotografía universal y casi nada sobre la historia de la fotografía en Colombia. Como gran avance en las clases se introdujo la teoría, que en términos prácticos quería decir hablar muy someramente sobre la historia de la fotografía universal. Paralelamente, nuestros mayores, maestros fotógrafos, recorrían el país tomando fotografías en los diferentes géneros como se les denominaba: reportería gráfica, retrato, paisaje, naturaleza muerta, entre otros. Por fortuna sus archivos en la actualidad nos revelan la historia gráfica, artística, sociopolítica y económica de nuestro país. Hoy, cuando se ha consolidado una educación formal en el campo de la fotografía en los programas de artes visuales, artes plásticas, diseño, comunicación social, por mencionar algunos, la pregunta sigue siendo la misma, ¿qué se entiende por fotógrafo profesional? La respuesta tiene más que ver con si es necesario tener un título que lo acredite como fotógrafo, o, tener un buen portafolio y que sus imágenes den cuenta del talento, la creatividad y el manejo de la técnica y lo más importante, tener un pensamiento fotográfico reflexivo frente a la imagen. En el mundo académico y del mercado laboral en las diversas disciplinas, ser profesional es ostentar un título que lo acredite como tal. Es así que la experiencia profesional se cuenta a partir del día en que la persona se gradúa en una disciplina. Pero, en el ámbito fotográfico, ¿cómo se mide el ser profesional? Me atrevo a decir, que existen variables entre las cuales debe contar el talento, la disciplina, la educación visual, la experiencia en el campo de la fotografía, y el portafolio. Otro aspecto que se debe considerar es el campo de trabajo en el que se desempeñará el fotógrafo. Si desea incursionar en el mundo de la docencia universitaria, necesariamente le exigirán un título académico que acredite sus condiciones de estudios en fotografía, un portafolio de su creación fotográfica, publicaciones, exposiciones y una experiencia profesional, que será contabilizada, como lo dije anteriormente, desde el día en que se recibe el título profesional. En la fogosa era de la imagen digital, se podría decir que es más fácil hacer la diferencia sobre el fotógrafo profesional y el aficionado. El aficionado quiere registrar todo lo que pase por delante de su dispositivo digital. Es la mirada efímera, es el instante, es subirlo en algunas ocasiones a las redes sociales y que todos sus contactos conozcan estas imágenes, no tanto para que se aprecie su calidad como fotógrafo, sino en dónde estoy, con quién estoy, qué estoy haciendo. Todo es susceptible de ser fotografiado, todo es susceptible de ser banalizado. Incluso, algunas academias de enseñanza no formal de la fotografía anuncian cursos de la siguiente manera: “conviértete en fotógrafo móvil” cursos de 16 horas. El fotógrafo profesional debe ir más allá. Es aquel que se preocupa por conocer y estudiar la teoría, la estética, la técnica, tener una amplia cultura visual y así podrá determinar cuál es el momento para cada imagen. (VER LEY 20 DE LA FOTOGRAFÍA Y LA CAMAROGRAFÍA 1991)

  • CALI FOTO FEST 2022 // HÍBRIDOS Y RUPTURAS: Festival de fotografía experimental de Cali*

    Por Martha Isabel Calle *Texto introductorio del catálogo del festival Cada vez que se abre la convocatoria del CALI FOTO FEST, el jurado recibe algo similar a un flujo energético generado por las obras presentadas y, especialmente, de algunas, que hacen necesario detenerse, sentir, releer y repensar. Se trata de historias que generan una ruptura en el espacio-tiempo, potencian conexiones neurológicas y producen sensaciones en el cuerpo. Cuando finalizan la revisión, pueden llegar a experimentar algo de nostalgia, ya que la carga de intimidad y profundidad de los proyectos, más aún si son, de carácter experimental es tal, que logran conectarnos de la misma forma que cuando se lee y se termina un libro: un suspiro o un silencio se instala al finalizar la revisión de dichos proyectos. Para la tercera edición del CALI FOTO FEST, abrimos la convocatoria durante 23 días, con participación online y gratuita. Recibimos 261 proyectos desde diferentes pueblos y veredas del Valle del Cauca, ciudades de Colombia, países de Latinoamérica y el mundo; y con participantes desde los 19 hasta los 69 años. Sobre los trabajos recibidos, puedo decir que cada uno está cargado de algo particular. Algunos buscan reflexionar, denunciar o poetizar sobre formas de ver y sentir que se presentan como urgentes: el cuidado de la vida, el paso del tiempo, el poder, el sexo, la familia, la migración, la muerte, la precariedad, la desaparición, el abandono, el encierro, la mutación, la tecnología, la materia, lo incómodo y lo bello, estas y muchas otras visiones, hablan sobre la condición humana. Así, cada proyecto, plantea una conversación con la realidad y deja testimonio de ella a través de la imagen y otros procesos alternativos y multidisciplinares. Si trasladamos al actual contexto, lo que Joseph Campbell planteó sobre el origen del mito, la creación de imágenes, desde una perspectiva autoral-narrativa, sería similar a lo que muchas comunidades en el pasado llevaban a cabo con aquella construcción de imágenes. Estas reemplazaban a la realidad, los orientaban en el universo y poseían un sentido ritual, todo esto les permitía sobrevivir en una inmensidad todavía muy enigmática. Cada proyecto crea un tipo de memoria visual. La mirada se presenta como un manifiesto, una escritura ensayística que al mismo tiempo propone una ruptura con lo habitual, banal e invisible; esto es, lo que sucede con la creación de imágenes experimentales, funcionan como catarsis, gritos y juegos. El material recopilado en esta convocatoria, se muestra como una suerte de arqueología visual exquisita para reflexionar sobre la necesidad urgente de sanarnos a través de las imágenes, las relaciones íntimas que se establecen con estas, y todas las acciones performativas que dichas relaciones incitan. La fotografía, sin duda, seguirá siendo ‘documento social’, ‘instante decisivo’, ‘huella’, ‘punctum’, ‘ícono’, ‘símbolo’, ‘post-fotografía’, ‘imagen’, ‘lenguaje visual’ y por supuesto, un híbrido que moviliza otras formas de ver. Se ha creado un meta-espacio en el que vivimos rodeados de imágenes indeterminadas que generan una confusión entre la realidad y la ficción. Pasamos de medios “puros” en los años sesenta a híbridos, de imágenes llamadas daguerrotipos, cianotipos, colodiones, etc., a “fotografías”, y posteriormente, fotografías situadas en un determinado género; marcos conceptuales y técnicos que delimitaban teóricamente el campo de la fotografía. Fotografía de Martha Isabel Calle Ahora, las imágenes fotográficas se presentan como lenguajes y medios combinados, se manifiestan como instalaciones e intervenciones, son bordadas o sufren procesos de desaparición para darles dianmismo y vida; ahora se trata de imágenes expandidas que migran del recuadro de la imagen, “del recorte” que alguna vez fue papel, luego pantalla y ahora van hacia el cuerpo. El campo teórico propicio para la fotografía es el “no límite”. Bajo esta perspectiva, la selección 2022 integra obras que representan la esencia curatorial de cinco autores latinoamericanos y seis proyectos seleccionados como destacados, provenientes de ciudades de Colombia como Cartagena y Choachí, y países como Venezuela, Argentina, Bolivia, Cuba, Brasil y España. Estos trabajos nos invitan a relacionarnos con diversas realidades y poéticas, quedando como resultados de una investigación personal. Estos nos invitan a situarnos en el mundo desde la memoria y el cuerpo, convergen sus estéticas narrativas en lo autobiográfico y lo contra hegemónico, encarnando situaciones y procesos personales, algunos desde la denuncia, otros desde lo invisible y la materialidad como proceso poético. Fotografía de Martha Isabel Calle Así, la tensión de los símbolos culturales; los sueños traducidos a través de textos e imágenes; la migración como duelo narrado desde la propia voz y la escritura de un video; las fotografías del álbum familiar como recuperación poética de la memoria mediante la instalación, el movimiento y el dibujo; la violencia sobre el cuerpo y el sesr femeninos, procesada en el performance, el bordado y el collage; integran la naturaleza “comunitaria y omnipresente” que las imágenes nos proponen, para pensar en la conexión que hay entre imagen-persona, imagen-cuerpo, imagen-materia, imagen-espacio tiempo, imagen-poder, imagen-magia e imagen-imagen-imagen. Todo esto resulta necesario para pensar en las imágenes como organismos vivos, en constante evolución y expansión, así mutan su poder simbólico y las acciones que hacemos alrededor de ellas, en un acto ritual constante: se les asigna una vida, un valor y un significado, ayudándonos a transmutar, a movilizar energía, y finalmente a remover algo. Trabajan con nosotros mágicamente para llevarnos hacía las heridas internas, las pérdidas, los vacíos, las ausencias y las curiosidades por lo desconocido, funcionan como dispositivos de la memoria individual y colectiva, ayudan a tomar conciencia, a revelar y a evolucionar.

  • MATERIAL : Un espacio de pensamiento, investigación y prácticas en fotografía y cultura visual

    Por Andrés Fóglia. A través del desarrollo de proyectos, exposiciones, laboratorios y una biblioteca especializada con 530 títulos, nuestro programa está enfocado en la revisión crítica de prácticas visuales de representación, con un especial interés en el poder de los dispositivos y la materialidad vibrante de las imágenes que construyen la mirada cultural. Queremos ser un articulador de encuentros entre profesionales de las artes y de la imagen, investigadores, estudiantes y ciudadanos, en un contexto intercultural y transdisciplinar de participación, experimentación y circulación. AQUÍ Y ALLÁ es una plataforma, un universo paralelo que va de un lugar a otro generando proyectos colaborativos y dinámicas alrededor de la fotografía. Tenemos el gusto de ser los anfitriones para su primer espacio físico, una librería especializada en fotolibros en Colombia y otros lugares del mundo. ¡Tod@s bienvenid@s! MATERIAL - Pensamiento, investigación y prácticas en fotografía y cultura visual Dirección: Calle 9 No. 8 - 93, Bogotá - Colombia Horarios: Jueves, viernes y sábados 11:00 am a 6:00 pm Síguenos y contáctanos en instagram: @material_bogota / @_a_q_u_i_y_a_l_l_a_

  • HILANDO Y ATANDO FRAGMENTOS DE MI MEMORIA FOTOGRÁFICA - Entrega 1*

    Por María Esther Galvis *Sobre la charla en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en agosto de 2015. Se presentará el escrito en 3 entregas. Hoy hace 176 años se patentó en París el invento de la fotografía y fue atribuido a Louis-Jacques Mandé Daguerre por la invención del daguerrotipo. No debemos olvidar que quién logró fijar por primera vez una imagen con persistencia tomada desde su ventana fue Joseph-Nicéphore Niepce en el pueblo de Chalon- sur-Saône, sur de Francia en 1822. El tiempo de exposición para obtener este registro fue de 8 horas aproximadamente. Intentar entender cómo se forma un pensamiento fotográfico en Colombia cuando ya se habla de la posfotografía puede sonar anacrónico. Pero valga la pregunta: ¿Qué es formar un pensamiento fotográfico? Podría intentarse comenzar por la pregunta, ¿cómo se forma el pensamiento en el ser humano? para luego sí tratar de entender, si es posible, cómo se llega a pensar la fotografía y cuáles serían los elementos que hacen que este pensamiento se forme. ¿QUÉ Y CÓMO FOTOGRAFIAR, PARA QUÉ Y PARA QUIÉN FOTOGRAFIAR? A partir del auge de la imagen fotográfica en nuestro país, hoy se cuenta con una enseñanza formal de la fotografía en las universidades y una enseñanza no formal en escuelas y talleres cuya tradición se remonta a la década de los años sesenta, en donde ya aparecen algunos fotógrafos de la época ofreciendo clases particulares en sus estudios y algunos de ellos creando escuelas especializadas en la enseñanza de la fotografía. Este auge del estudio y la investigación - creación sobre la imagen fotográfica ha llevado a que se profundice más y más sobre esta disciplina y hoy se cuente en el país con profesores, críticos, historiadores y curadores especializados en la imagen fotográfica. Además de contar con salas de exposiciones, galerías y museos que permanentemente exponen la obra de los fotógrafos y sus diversas tendencias. Salones nacionales de fotografía y eventos de corte internacional en donde se puede tener acceso a la multiplicidad de imágenes producidas por los fotógrafos de los diversos continentes. CC0 Para intentar formar un pensamiento fotográfico, obligadamente hemos acudido a los textos de nuestros pensadores europeos, norteamericanos, latinoamericanos, quienes nos han enseñado a pensar la fotografía, hecho que constituye ya una primera aproximación al desarrollo de un pensamiento fotográfico propio. A partir de allí cada fotógrafo será el encargado de formar su propio pensamiento teniendo en cuenta el talento, los intereses particulares con respecto de la creación de imágenes fotográficas y su posterior utilización. Pero, ¿Qué es pensar la fotografía? ¿La podemos diferenciar del acto mecánico de “oprima el botón que nosotros hacemos el resto”?, eslogan con el cual kodak en el año de 1889 industrializó la fotografía. Pareciera que con la irrupción de la tecnología digital de nuevo cobró vigencia el eslogan de Kodak puesto que el fotógrafo que utiliza una cámara digital, necesariamente tendrá que acudir para hacer las impresiones definitivas a un laboratorio especializado y dejar sus imágenes en manos del intermediario, para que “ellos hagan el resto” Los entornos que lograron agrupar a diferentes creadores de imágenes fotográficas en los diversos espacios llámense encuentros, galerías, fotoclubes, a mi modo de ver, en la generación de mis contemporáneos jugaron un papel fundamental en el desarrollo del pensamiento fotográfico. En aquellos espacios se creaban lazos que permitieron que cada uno de los que acudíamos a estos encuentros aprendiéramos de los otros, apreciáramos sus imágenes y comenzáramos a desarrollar un pensamiento crítico, una estética y un lenguaje propio. La comunicación y difusión de los eventos fotográficos se establecían a través del correo postal y de los medios impresos. Se debía estar pendientes de las carteleras de las universidades, galerías, centros culturales, periódicos, revistas, almacenes fotográficos, para estar enterados de dichos eventos. Este entorno fotográfico que jugó un papel muy importante en la formación de este pensamiento, lo clasifico en las siguientes categorías: La enseñanza de la fotografía Las publicaciones especializadas Los fotoclubes Las galerías especializadas La industria fotográfica

  • La llegada de la fotografía a Latinoamérica: El buque escuela L´Oriental Hydrographe

    Por Pilar Suescún Monroy Si te interesa la fotografía en Colombia, seguramente te encantará conocer este momento histórico que parece sacado de alguna novela de aventuras. Naufragio del Buque Escuela L'Oriental Hydrographe // [fotografía]. Sala Medina. . Disponible en Biblioteca Nacional Digital de Chile http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/632/w3-article-314372.html . Accedido en 18/2/2023. Esta es la historia del buque escuela francés L´Orientale Hydrographe, que zarpó de Francia el 25 de septiembre de 1839, y cuya tripulación eran jóvenes de las más ilustres familias francesas y belgas que iban tras la promesa de dar la vuelta al mundo. El L´Orientale y la fotografía Lo que ha hecho pasar a la posteridad al L´Orientale, es el hecho de que llevaban una cámara y todo lo necesario para la obtención de fotografías, con la intención de convertirse en el primer buque escuela en la historia marítima que usaba el reciente invento para obtener imágenes a partir de la luz, el cual fue llamado daguerrotipo como tributo a su inventor. El procedimiento inventado por el francés Louis Daguerre se había hecho público recientemente en la Academia de las Ciencias y las Artes de París el 19 de agosto de 1939, y algunos meses después se publicó un manual explicativo con el detalle del procedimiento. La cercanía del capitán del buque de Apellido Lucacs con Louis Daguerre puede ser el motivo por el cuál L´Orientale llevaba una cámara para daguerrotipia, y serían el mismo capitán Lucacs y un abad a bordo del buque llamado Louis Compte, los más asiduos experimentadores de la fotografía en la expedición. Tomado de http://britishphotohistory.ning.com/profiles/blogs/the-voyage-of-the-oriental-and-the-daguerreotype-in-portugal?overrideMobileRedirect=1 Fueron comunes las demostraciones de daguerrotipia en los puertos durante el viaje. La primera escala del buque en América, sería en el puerto de Recife en la bahía de Pernambucano el 4 de diciembre de 1839, sin embargo, se especula que el primer registro fotográfico pudo darse después, en el de puerto brasilero de Salvador. Uno de los primeros registros documentales sobre las demostraciones de la daguerrotípia que se hicieron en la expedición del L´Orientale, aparece en el periódico brasilero Jornal do comercio el 17 de enero de 1840 en la sección de noticias científicas bajo el título photographie, dando cuenta del interés por la fotografía que en adelante iría en aumento. La aventura del buque escuela terminó en aguas chilenas el 23 de julio de 1840 sobre las cuatro de la tarde, al chocar contra unas rocas y naufragar al salir del puerto de Valparaíso, sin embargo la semilla de la fotografía sembrada por ellos germina aún hoy en nuestros territorios.

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