Por María Esther Galvis
*Sobre la charla en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en agosto de 2015. Se presentará el escrito en 3 entregas.EXPERIMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN
Hay muchas formas de construir conocimiento y pensamiento fotográfico a través de la investigación. Se pueden hacer aproximaciones desde diversas perspectivas: estéticas, filosóficas, creativas y de producción de imágenes, o también, desde el desarrollo de la química fotográfica, o de la cámara, contemplando los grandes avances en la óptica y la tecnología.
Una mirada retrospectiva generosa en términos investigativos nos permitirá entender, el desarrollo histórico de la fotografía y en qué momento tuvimos que empezar a diferenciar la imagen analógica de la imagen digital. Aclaro que prefiero referirme en términos de imagen analógica e imagen digital puesto que la fotografía en su acepción pura seguirá siendo una: fotos = LUZ – Grafos = escritura.
Lo que nos lleva a precisar que el cambio se da, ante todo, en la forma de captura de la imagen. Una cámara analógica, una cámara digital, una cámara estenopeica, una polaroid y, por qué no, la mezcla de todas las manifestaciones analógicas, digitales, químicas, ópticas u otros medios y dispositivos de captura de la imagen, serán válidas según el fotógrafo lo considere necesario para su forma de expresión, creación o difusión de sus imágenes.
Encontramos así nuevos órdenes en la interpretación y en la creación fotográfica. Allí tienen cabida todas las manifestaciones posibles. Según el proyecto que se plantee el fotógrafo, encontrará el medio adecuado para realizarlo. Hoy vemos cómo hay agrupaciones o colectivos de fotógrafos interesados en la experimentación de procederes o técnicas antiguas como el virado, el colodión, la goma bicromática…., entre otros. Para ello, han tenido que ir atrás, revisar la historia del desarrollo de la imagen fotográfica en el siglo XIX, en cuanto a la química fotográfica se refiere y así apropiarse de esas fórmulas que parecían de un alquimista.
Esto es parte de la historia de la fotografía y de la evolución de los dispositivos, medios y soportes entendiendo la fotografía como uno de los grandes inventos y para ello se precisa: mente abierta y conocimiento al servicio de la experimentación, que hoy denominamos investigación - creación.
La Academia, en sentido amplio, debe contribuir a que estas premisas se cumplan. Enseñanza de la historia, de la técnica, formación de mentes abiertas a la experimentación y a la investigación sobre la imagen. Se posibilitará así la creación de otras formas de expresión, otras imágenes, otras estéticas, otros discursos.
Los procesos analógicos después de su aparente destierro, encontraron su lugar en las formas de creación y expresión de este nuevo milenio, demostrando que no son obsoletas y que el problema, nuevamente, radica en el cómo, por qué y para qué volver a utilizarlas.
Entre tanto, algunos trabajos que por la necesidad de ser publicados o difundidos
prontamente encuentran una mejor plataforma en la imagen digital y sus formas rápidas de reproducción y divulgación.
La experimentación y la investigación seguirán siendo el soporte fundamental en el desarrollo de la fotografía. No importa si en algunas instancias de creación se considera un medio y en otras un fin, pero siempre en procura del desarrollo de una cultura fotográfica y por ende, del pensamiento fotográfico.
Para finalizar, la pregunta es, ¿a quién le corresponde recabar la información que
constituye la memoria fotográfica para ponerla en los medios digitales y así permitir su mayor divulgación? ¿A los grupos de fotógrafos que se están constituyendo?, ¿a los investigadores con el apoyo de las instituciones educativas y de la industria fotográfica?, ¿a la empresa privada?, ¿al Ministerio de Cultura? Habrá que encontrar un mecenas para el impulso de proyectos de esta naturaleza.
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